En la visión del mundo a finales de la Edad media, todavía existían muchas leyendas sobre todo tipo de monstruos, tierras misteriosas de extraordinarias riquezas y prejuicios sin ninguna base científica. Su origen estaba en tradiciones religiosas, mitos clásicos, supersticiones, libros de viaje a caballo entre la realidad y la imaginación e, incluso, mentiras maliciosas realizadas por comerciantes poco amigos de competencia.
Había animales fabulosos como dragones o unicornios, fuentes que daban la eterna juventud, reinos habitados sólo por mujeres, excelentes guerreras (las amazonas), y todo el mundo crisitano creía en la existencia real del paraíso, donde Dios creó a Adán y Eva. Además, muchos pensaban que si ibas hacia el sur, haría tanto calor que el mar empezaría a hervir, y que los hombres se convertirían en negros. También existía la duda de que, si la Tierra era redonda, ¿por qué no caía en el abismo la gente que vivía en el hemisferio sur?
Uno de los libros de viajes más importantes de la Edad media, y que influyó mucho a sus lectores fue El libro de las cosas maravillosas, del veneciano Marco Polo, viajero emprendedor que en el siglo XIV viajó hasta la corte china del emperador mogol Kublai Khan. Aquí tienes su ruta en una cartografía realizada a partir de Googlemaps
Pero existió otro personaje que influyó todavía más que Polo. Fue John de Mandeville, quien escribió otro Libro de las maravillas. Sobre este personaje, y también sobre marco POlo, tenéis aquí una visión bastante crítica. En la imagen de la entrada podéis observar uno de los personajes descritos por Mandeville, un esciopodo, un ser con una sola pierna que se ponía así para dormir.
Había animales fabulosos como dragones o unicornios, fuentes que daban la eterna juventud, reinos habitados sólo por mujeres, excelentes guerreras (las amazonas), y todo el mundo crisitano creía en la existencia real del paraíso, donde Dios creó a Adán y Eva. Además, muchos pensaban que si ibas hacia el sur, haría tanto calor que el mar empezaría a hervir, y que los hombres se convertirían en negros. También existía la duda de que, si la Tierra era redonda, ¿por qué no caía en el abismo la gente que vivía en el hemisferio sur?
Uno de los libros de viajes más importantes de la Edad media, y que influyó mucho a sus lectores fue El libro de las cosas maravillosas, del veneciano Marco Polo, viajero emprendedor que en el siglo XIV viajó hasta la corte china del emperador mogol Kublai Khan. Aquí tienes su ruta en una cartografía realizada a partir de Googlemaps
Pero existió otro personaje que influyó todavía más que Polo. Fue John de Mandeville, quien escribió otro Libro de las maravillas. Sobre este personaje, y también sobre marco POlo, tenéis aquí una visión bastante crítica. En la imagen de la entrada podéis observar uno de los personajes descritos por Mandeville, un esciopodo, un ser con una sola pierna que se ponía así para dormir.
Una de las fantasías que más cautivó a príncipes europeos y Papas, temerosos del poder islámico, fue la leyenda del Preste Juan, un poderoso rey cristiano. Investigad sobre él y, en el blog colectivo, y en una nueva entrada titulada "El preste Juan" y con la etiqueta "proceso 3", explicad la historia de este personaje, la posible ubicación de sus reinos y si esta leyenda tenía una base real. La podéis ilustrar con alguna imagen o texto. Un ejemplo, esta página
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